sábado, 20 de noviembre de 2010

Una de zombies: El Ataque de los Muertos sin Ojos (1973)

EL ATAQUE DE LOS MUERTOS SIN OJOS (1973) (Amando de Ossorio)

Templarios All-Star

El excepcional éxito de “La noche del terror ciego” permitió que nuestro querido Amando de Ossorio realizará 2 años después (y con más medios) una nueva cinta con los templarios como protagonistas: “El Ataque de los Muertos sin Ojos”. Más que una secuela (no repite ninguno de los personajes de la anterior entrega), esta película propone una historia nueva ubicándola esta vez en un tranquilo pueblecito que está celebrando sus fiestas. Un pirotécnico contratado para la preparación de los fuegos artificiales se reencuentra con un viejo amor que en ese momento vive un poco apasionado romance con el alcalde del pueblo, el cual siempre va acompañado de su (pérfido) lacayo. El esperpéntico vigilante del monasterio invoca a los templarios mediante un rito sangriento convirtiéndose estos en invitados no deseados de las fiestas del pueblo…

De Ossorio obvia la historia narrada en “La noche del terror ciego” e incluso retoca algunos aspectos del origen de los templarios ubicándolos esta vez en el siglo XIV, en vez del siglo XIII, y cambiando el nombre del pueblo (esta vez Bouzano en vez de Berzano). Se altera también el motivo de su ceguera, cambiando a los cuervos hambrientos por unas peligrosas antorchas. Comentar que esta vez sí somos testigos de cómo los templarios fueron ajusticiados por los encolerizados lugareños, castigo que en la anterior película no se presenciaba si no que era relatado por el erudito de turno.

Personalmente considero más entretenida esta segunda entrega. El hecho de acotar el tiempo (la acción transcurre en una sola noche) y el espacio (el pueblo), ayudan al director / guionista a crear un producto más solvente, donde la sensación de estar atrapados por los templarios es mucho más eficaz que en la anterior entrega, especialmente durante la segunda mitad de la historia donde los pocos supervivientes se ven obligados a refugiarse en una iglesia. Los templarios, auténticas estrellas de la función, adquieren más fuerza como enemigo y alcanzan definitivamente status de icono del cine de terror. Agradecer (muy especialmente) el salto cualitativo en la elección de los actores, bastante más dignos que los de “La noche del terror ciego”.

Próximamente… “El buque maldito”. ¿Templarios en el agua? ¿Flotarán sus caballos? ¡Esto es pa’verlo!

A destacar: la caricatura de los poderes fácticos, personificados en la figura del comisionado. Antológica la sirvienta-medio pilingui que le lleva el teléfono al susodicho personaje, con ese mini-pijama transparente para que podamos verle las braguitas. ¡Cómo está el servicio!

A olvidar: el siniestro personaje del vigilante-mal-rollito con una cara a lo Alfredo Landa con resaca de orujo. Un auténtico Igor ibérico.

Si tienes tiempo libre: busca a Lone Fleming (protagonista de “La noche del terror ciego”) interpretando a una desconsolada madre que no sabe vigilar a su hija pequeña.


Return of the evil dead trailer (El ataque de los muertos sin ojos)

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